Hablar de la comida alemana supone hacer referencia a un amplio número de productos, como las salchichas, y de recetas que, sin lugar a dudas, han hecho que aquella despierte el interés de quienes disfrutan paladeando nuevos sabores y descubriendo la gastronomía de los diversos rincones del mundo.
Por eso, a todos ellos queremos darles a conocer uno de los platos más significativos e importantes de Alemania: la sopa de Semmelknödel a la cerveza negra, que tiene un origen campesino. Y es que el hecho de que gracias a ella se entre rápidamente en calor era lo que hacía que los trabajadores del campo recurrieran a dicha receta para mejorar su estado y para recuperar fuerzas después de una dura jornada de trabajo a la intemperie.
Un sabor magnífico y sorprendente es el que tiene aquella sopa que se elabora a partir de los siguientes ingredientes:
• Pan. En concreto se necesitan los conocidos y típicos panecillos Semmel, que se identifican por su forma redondeada. No obstante, también se pueden utilizar los panes de tipo hot dogs.
• Carne de codillo.
• Cebollino.
• Huevo.
• Aceite de sabor suave.
• Perejil.
• Pimienta negra.
• Sal.
• Y la significativa cerveza negra alemana, uno de los productos más representativos del país germano.
Una vez que se tiene todo ello se procede a elaborar este exquisito plato, que dentro del menú ejerce como entrante. Lo que se hará será crear unas albóndigas de pan, huevo, cebollino, perejil y codillo, alimentos todos ellos que en un primer momento serán troceados, salpimentados y enharinados para ser fritos.
Posteriormente se procederá, una vez estén listas esas bolas típicamente alemanas, a cocerlas en un caldo donde la verdadera protagonista será la mencionada cerveza negra ya que se encargará de darle al plato un singular aroma y también un sorprendente sabor.