Con el ajetreo de nuestra vida diaria y el frenético ritmo de vida que nos obliga a llevar el trabajo, lo habitual es que comamos rápido, con prisas y, a menudo, en solitario. Hoy en día resulta complicado sacar tiempo para comer en grupo, pero lo cierto es que esta práctica tiene muchos beneficios para nuestro cuerpo y nuestra mente.
Alimentación saludable
Cuando comemos en solitario, ya sea en casa o en Restaurante Kruger, podemos caer en la tentación de comer cualquier cosa rápida para acabar cuanto antes. Sin embargo, comiendo en grupo, lo habitual es que haya tiempo para elegir el menú con más tranquilidad. Además, siempre habrá alguien que pida una ensalada de primero o algún plato para compartir, así que al final conseguimos un menú mucho más variado. Además, si entre los comenesales hay niños pequeños es más fácil convencerlos de que coman fruta y verdura si ven que el resto de la mesa toma este tipo de alimentos.
Se engorda menos
Esta afirmación puede sonar absurda pero tiene su lógica: al comer en grupo lo hacemos de manera distendida y despacio. Y así, el cuerpo se sacia mucho antes, por lo que acabaremos consumiendo menos alimentos. Se ha demostrado que comer deprisa engorda porque el cerebro no procesa la cantidad de comida ingerida y, al final, se ingieren más calorías de las necesarias. La digestión será mucho más liviana al fin y al cabo y mejorará nuestra salud gracias a este pequeño cambio de hábitos.
Afianza las relaciones sociales
Los almuerzos o cenas con otras personas ayudan a reforzar los vínculos y las relaciones sociales entre familiares o amigos. Siempre hay tertulias, debates y conversaciones en las que desarrollamos la empatía y la capacidad de escucha. Además, nos ayuda a aprender a escuchar a los demás y a ser más sociables con los demás. En comidas de negocios, donde todo es mucho más formal, es una buena manera de establecer vínculos y cerrar acuerdos.
Mejora la autoestima y el ánimo
Comer en grupo mejora el estado de ánimo y ayuda a prevenir trastornos como la ansiedad o la depresión. Para personas que son propensas a estas enfermedades, comer con compañeros de trabajo o con la familia es una buena manera de ayudar a mejorar su salud anímica. Además, estar en contacto con otras personas suele derivar en la elaboración de planes y otras actividades en grupo para el ocio.
Ahora que ya sabes los beneficios que tiene las comidas en grupo sólo te queda organizarte para disfrutar de la comida como una actividad social más. Para que te salga más barato puedes elegir un restaurante para grupos en Madrid donde encontrarás ofertas especiales para menús. Así, podrás disfrutar de una comida variada, saludable y sin repetir, a unos precios muy económicos para tu bolsillo.