Las comidas de empresa se han convertido en una sana tradición para desconectar del ambiente laboral y reforzar las relaciones con el resto de compañeros de trabajo. Ya se acuda a esta cita con mayor o menor entusiasmo, se deben seguir una serie de recomendaciones para que todo vaya sobre ruedas.
Evidentemente, el primer paso es elegir el lugar. En algunas empresas los directivos deciden sorprender a sus empleados, pero en otras toda la empresa se pone de acuerdo para escoger un sitio. Es importante que a la hora de buscar menús de Navidad 2015 en Madrid se encuentre una buena relación entre calidad, cantidad y precio, ya que siempre se espera comida abundante y buena en las comidas de Navidad.
Una vez en el sitio elegido, es importante saber con quién estar. Hay que hablar con todos los compañeros y aprovechar para hablar con aquellos con quien se tenga menos relación. A la hora de sentarse hay que buscar aquella gente con la cual uno se sienta más cómodo, es decir con los compañeros de trabajo más afines. No obstante, si también se puede estar cerca de alguien con quien se tiene menos relación, esta oportunidad puede servir para romper el hielo y estrechar lazos.
Los temas de conversación ideales deben servir para crear cordialidad. No son un lugar para sacar a relucir críticas, sino para limar asperezas. Así que evita temas delicados como la política o la religión y céntrate en temas más distendidos como el cine, la literatura o los deportes (aunque cuidado con los forofos de este último tema, que también pueden ser muy intensos).
La ropa debe elegirse en función del lugar de la celebración. En cualquier caso, es aconsejable no llamar demasiado la atención ya que se trata de una comida Navidad en Madrid entre amigos.
También conviene no pasarse con las bebidas. Aunque evidentemente el ambiente festivo y las barras libres invitan a beber bastante, cada uno debe marcarse sus límites para no acabar demasiado afectado, haciendo el ridículo o con una actitud inapropiada delante de los demás compañeros.
Por otro lado y salvo que los organizadores inviten a ello, es importante no acudir con la pareja a estos eventos. El objetivo principal de las cenas de empresa es hacer buenas migas con los compañeros de trabajo, por lo cual ir acompañado impedirá que puedas socializar de forma adecuada. Al mismo tiempo, tu pareja se sentiría incómoda entre tanta gente desconocida.
Es importante permanecer en la cena hasta que se hayan terminado los postres. Después, si alguien se siente indispuesto, cansado o llega a un punto en el cual nota que ya ha bebido y comido bastante, puede retirarse de forma discreta. De la misma forma, quienes sigan de fiesta deben entender las circunstancias de cada uno y no deben intentar retener a los compañeros que quieran irse a descansar.
Por último, las redes sociales han cambiado mucho la forma en la que nos relacionamos, sobre todo en cuanto a la difusión de fotos y vídeos. La pérdida de privacidad con este material conlleva una gran responsabilidad, así que cada vez que alguien suba fotos o vídeos a alguna red social debe tener cuidado para no subir ninguna imagen en la cual alguien quede en ridículo bebiendo, vistiendo o animando la fiesta. Cometer un error aquí puede traer muchos problemas y arrepentimientos después.