Se aproxima el 14 de febrero, una fecha marcada, sobre todo, en el calendario de los enamorados. Pero, ¿sabemos realmente qué estamos celebrando? La historia de San Valentín se remonta al siglo III, cuando en la ciudad de Roma el emperador Claudio II prohibió el matrimonio entre los jóvenes, una forma de evitar ataduras entre los varones jóvenes que debían defender a su patria en las filas.
Un sacerdote, llamado Valentín, desafió al emperador, violando la prohibición y casando a jóvenes enamorados. Tras ser descubierto fue martirizado y ejecutado un 14 de febrero del año 270.
Y es que el amor todo lo puede. Desde entonces, y con una pequeña ayuda de las grandes marcas y centros comerciales, San Valentín se ha convertido en la fecha perfecta para agradecer al otro que esté a nuestro lado, colmándolo de atenciones y con algún que otro regalito material.
Ramos de rosas, peluches con mensajes cariñosos… eso ya quedó en el pasado. Si buscas una forma de celebrar este señalado día con tu pareja, ¿por qué no buscar un plan en el que disfrutar los dos y hacer de ese día un pretexto para dejar el trabajo a un lado, los compromisos y el estrés y regalaros una bonita velada?
En esta línea, vamos a darte algunos consejos para aprovechar este día y conseguir la cita perfecta: convertir el día de los enamorados en un día en el que disfrutéis de vuestra compañía, un día especial para pasar en pareja.
En primer lugar, busca un restaurante en el que poder disfrutar de la gastronomía. Si buscas un restaurante por la zona de Plaza España, en Madrid, lo mejor será que te decantes por Restaurante Kruger. Un sitio novedosos, alejado de los restaurantes típicos, donde disfrutar de la mejor gastronomía alemana. Una forma de sorprender a tu pareja y salir de la rutina.
No olvides que los detalles cuentan. Por ello, no sería mala idea que buscaras algo con lo que sorprender a la otra persona. No es necesario que sea un regalo material ni tienes un presupuesto mínimo. Piensa en algo vuestro: por ejemplo, una foto enmarcada de vuestra última escapada o una caja con detalles que sólo vosotros entendáis. Un paseo por Madrid o una copa de vino acompañada de la mejor música puede ser el fin de la velada.
En realidad, lo importante es que seáis capaces de sacar un hueco, dejar obligaciones y compromisos a un lado y disfrutar de la compañía del otro en una fecha que, conmemorando la hazaña del sacerdote, es el pretexto perfecto para afianzar los lazos de la pareja.